lunes, 10 de marzo de 2008

Un atardecer resplandeciente mi amor

No quiero quiero que acabe jamás, sabes...
no quiero que me dejes, ni quiero yo dejarte
el abandono no es una opción, sino una condena
si me abnadonas, abandonaré mi vida
tal vez nos sseparemos
las sendas son hechas para uno sólo
en mundos tangentes, talvez contiguos...

1 comentario:

JorgeTv dijo...

Son como hojas, como la primavera (aunque no la haya vivido nunca), se respira, el aroma del amor.